martes, 22 de febrero de 2011

FINAL


Yo fui el bravo piloto de mi bajel de ensueño;
argonauta ilusorio de un país presentido,
de alguna isla dorada de quimera o de sueño
oculta entre las sombras de lo desconocido.

Acaso un cargamento magnífico encerraba
en su cala mi barco, ni pregunté siquiera;
absorta mi pupila las tinieblas sondaba
y hasta hube de olvidarme de clavar la bandera...

Y llegó el viento Norte, desapacible y rudo;
el vigoroso esfuerzo de mi brazo desnudo
logró tener un punto la fuerza del turbión;
para lograr el triunfo luché desesperado,
y cuando ya mi brazo desfallecía, cansado,
una mano, en la noche, me arrebató el timón...

De Tomás Morales. Las Rosas de Hércules, libro I.

2 comentarios:

  1. Pues sí, una mano en la noche nos arrebatará el timón a todos, tarde o temprano. Mientras tanto me gustaría poder transmitir lo que siento a través de hermosos versos, pero no puedo. Por eso me gustan tanto los poetas, porque ellos sí que pueden.

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  2. Poder traspasar a hermosas palabras los pensamientos, las sensaciones, los sentimientos ¡qué difícil!
    ¿Quién eres Lost?

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